Se te paró el corazón,
en una hora torera.
No fué a la luz del sol
que fué en la noche negra
donde el maligno acecha
y a las almas envenena.
Mocito de fina estampa
como un romance lorquiano,
se cruzó un toro en tu vida
que no pudiste lidiarlo,
y te empitonó una noche
maldita noche de mayo.
Tan solo catorce dias
resistió tu jovenvida
a la muerte de tu madre,
para tí la vida misma.
¿Quién se atreve a confirmar,
este misterioso enigma?
¿se quita el cordón al hijo
cuando se trae a la vida ?
¡No! esa union vive perenne
que sólo la muerte quita...
Mocito de fina estampa,
como un romance lorquiano,
escapaste de tu cárcel
a la grupa de un caballo
en madrugada torera,
con amanecer de nardos.
Charo A. Morilla
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