viernes, 25 de marzo de 2011

Madre

¡Madre, quien pudiera llorar
sobre tu regazo!
y contarte muy quedo
lo que me hace daño.
  Te diría el por qué
de mi rostro marchitado.
La blancura de mi pelo
y mis ojos tan cansados.
  Te diría, todo esto
es el recuento
de mis noches de desvelo
del reir por no llorar
y el vivir, cuando a la muerte ,
has cobijado en tu pecho.
  Madre ¡ quien pudiera
llorar sobre tu regazo!
y hacerte olvidar,
lo que te hizo daño.
  Déjame secar con mis
penas de hoy, tu llanto de ayer,
tan incomprendido.
  Madre, perdona el dolor
que te hemos causado,
hoy, en mis entrañas
se ha reproducido
  Que tarde comprendo
ese deslizar por tus mejillas
de lágrimas calladas,
ese temblor de tu boca,
ante la palabra hiriente, cruel
que sale directa hacia el corazón
para hacer diana.
      ¡Madre quien pudiera
      llorar sobre tu regazo!
  Déjame que vaya
buscando en la noche
tu voz apagada
tu pelo, tus ojos
tus manos, tu alma
Y por el camino
yo iré dejando,
lágrimas, pesares
mis cabellos blancos....
y formaré una senda
de besos y abrazos
para que me encuentre un día,
aquel de mis hijos
que sienta la nostalgia,
de querer llorar
sobre mi regazo


Charo Morilla     (Infantes CiudadReal-1972)

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