No me cansaba de mirar tus ojos,
que eran los que me decían tu
estado de ánimo.
Que triste es hablar en pasado, pero mas desgarrador
cuando llegas a la conclusión que ningún destello de luz
te ha de iluminar, en los restantes minutos de tu vida.
¡Te quise tanto ! Que treinta años de ausencia, no me
dejan pasar un sólo día , que tu imagen no aflore a mi retina,
con la nostalgia de los años pasados.
Te he dedicado " los versos mas tristes de mi vida"
como dijo Neruda, ahora no es que sean mas alegres,
pero en cada verso que escribo hay la esperanza
( de los que creemos en Dios ) que los años me van
acercando al lugar donde residas.
Éscapate de la nube donde tengas tu morada.
Pide un permiso extraordinario al Padre Eterno,
dile que en la tierra hay quien a diario te añora y suspira por poder verte, que el eco de tu voz sigue sonando en sus oídos con la frescura de antaño, dile.......
¡Que loca estoy ! No me paro a pensar que no soy
la única que añora a sus seres queridos, y que si todos
pedimos ese permiso extraordinario , al Padre Eterno
le van a quedar muchos espacios vacíos.
Charo Morilla
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